¡Bienvenidos a Joyasensorial! Mi nombre es Cristina, y desde mi infancia, encontré en el arte una forma de escape. A través de mis garabatos en un pequeño cuaderno, descubrí mi amor por la creación, sin darme cuenta de las dificultades que enfrentaba debido al TDAH, dislexia, disortografía y discalculia.

La infancia marcada por el bullying en la escuela se desvanecía cuando daba vida a mujeres con rostros melancólicos y pequeños collares. Mi arte evolucionó con el tiempo, influenciado por una pérdida que dejó una profunda cicatriz en mi corazón: la partida de mi abuelo en 1992.

El duelo, una sombra constante, me llevó a observar la tradición oscura y triste de las medallas con fotos de DNI. Desafié esta idea al crear un corazón silueta donde mi abuelo y yo nos besábamos en su juventud. Aunque era una niña sin experiencia en joyería, este acto marcó el comienzo de Joyasensorial.

Durante la pandemia, mi abuela volvió a perder la medalla, pero esta vez, encontré la felicidad en la pieza que le había creado. La confianza en los materiales que uso proviene de haberlos compartido primero con mi familia. Desde fotografías, pasando por leche materna, hasta encapsulados de cremación; mi trabajo va más allá de lo convencional.

El nombre "Joyasensorial" lleva consigo la historia de mi hijo, quien nació con hipoacusia neurosensorial bilateral profunda. En la lucha por darle la capacidad de oír, mi lema fue: "Vamos a ganar en la batalla al silencio". Esa experiencia única me impulsó a nombrar mi obra, porque cada joya tiene una historia que contar.

En este viaje, he enfrentado desafíos y detractores, pero sigo mi camino con determinación. Si buscas una pieza rápida, no soy la elección. Soy artesana, voy despacio, pero te prometo que obtendrás la mejor pieza de tu vida. La confianza es clave; sin ella, nada es posible. Gracias por ser parte de esta historia.